Henry Bird nació en Inglaterra, el 14 de julio de 1830. Nos dejaba el 11 de abril de 1908. Es uno de los jugadores más sólidos de la escuela romántica de ajedrez y del siglo XIX. 

Bird llegó a ser un gran teórico de aperturas. En su honor llevan nombre una apertura, la Apertura Bird y una defensa, la Defensa Bird contra la Española. Su facilidad natural para el juego era realmente la de un genio por lo que se dice que nunca hizo un movimiento en el tablero que no fuese puro instinto ajedrecístico. Bird prefería perder una buena partida que ganar por errores de su adversario. Siempre estaba dispuesto a jugar una partida, no importaba lo fatigado que estuviese. Los jugadores más jóvenes le apodaron el Viejo, pero su juego siempre tuvo la frescura de la juventud.

En 1846 Bird comenzó su andadura en el mundo del ajedrez en el club Cigar Divan de Londres. En 1851 empató un encuentro a 18 partidas con el gran jugador, Anderssen. Ganó a Sezn, Harwitz y Löwenthal. En 1866 se enfrentó a Steinitz, en el que no tuvo ninguna oportunidad ante el juego del austriaco. En 1873 Bird jugó varios encuentros con Wisker. En 1877 ganó a Lówental en un torneo. Cayó derrotado ante los nuevos valores: Blackburne, Potter, McDonnell.

Durante los 10 años siguientes, Bird se preparó profundamente y escribió algunos libros sobre aperturas como, Obras maestras del ajedrez, Aperturas del ajedrez y Ajedrez moderno, ya que, la nueva generación tenía una preparación teórica de la que él carecía. Bird se ganó una buena fama de ser todo un caballero ante el tablero. Elogiaba el juego de otros cuando se la merecían, y reconocía los méritos de sus rivales. Entre 1890 y 1891 aquejado de una grave enfermedad aprovechó los meses que pasó en el hospital St. Thomas para escribir un nuevo libro de ajedrez, Ajedrez para principiantes.