No podemos dar reglas específicas sobre este tipo de final, porque la igualdad material que aquí tenemos normalmente conduce a tablas. No obstante, aparte de las ventajas materiales puede haber en una posición otras ventajas capaces de tener un efecto decisivo sobre el resultado. Nos referimos a las ventajas posicionales, e ilustraremos con ejemplos sencillos algunas de las más importantes.
Creación de un peón pasado
Esto se consigue mediante una ruptura de peón que normalmente sucede cuando ambos reyes están en otro lugar del tablero, y como consecuencia no se puede parar ni apoyar el peón pasado. Usualmente la ruptura está relacionada con un sacrificio de peón, dejando a las dos partes con un peón pasado. Esto significa que el atacante debe calcular con sumo cuidado que el peón enemigo no puede llegar a ser más peligroso que el suyo propio.
Siguiendo el principio habitual de acercar al rey, el blanco no consigue nada, pues tras 1. Re4, Re6 las tablas son inevitables. Sin embargo, un sacrificio de peón le da la victoria: 1. c5! Al calcular tal ruptura las blancas han de considerar los siguientes puntos: Primero, que tras 1…, bxc5 2. a5 el rey negro no pueda detener el peón pasado. Segundo, que el recién creado peón libre de las negras pueda ser parado por el blanco y en tercer lugar, que el sacrificio no pueda ser declinado. 1…, b5 tras 1…, bxc5 2. a5 este peón no puede alcanzarse 2…, c4 3. a6, c3 4. Re3 el peón negro es frenado. Si el negro no captura e intenta parar el peón con 1…, Re6 entonces 2. cxb6, Rd7 3. a5 gana fácilmente 2. a5! Después de la jugada del texto las negras obtienen un peón de caballo pasado, pero el rey blanco está suficientemente cerca. No se debe jugar 2. axb5, cxb5 3. c6, Re6 consiguiendo las tablas 2…, b4 3. Re4, b3 4. Rd3 y gana, ya que, no puede impedirse la coronación del peón de torre.
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