Definición teórica de la Clavada de Ajedrez:

La clavada es uno de los temas tácticos más usuales o frecuentes en una partida de Ajedrez y por lo tanto la tenemos que tener en mente todo el tiempo. Cuando una pieza es atacada por otra pieza rival, de tal forma que, si la quitamos para evitar la amenaza dejamos al descubierto a otra pieza de más valor, entonces decimos que la pieza está clavada.

Hay dos tipos de Clavadas, la Clavada Relativa y la Clavada Absoluta.

La Clavada Relativa se da cuando la pieza defendida por la pieza clavada es otra pieza de igual o mayor valor que ésta. En este tipo, la pieza clavada puede moverse, aunque se pierda material.

La Clavada Absoluta se produce cuando la pieza defendida por la pieza clavada es el Rey. En este tipo. La pieza clavada no puede moverse porque dejaría expuesto al Rey.

En la primera figura tenemos un ejemplo clásico de clavada Absoluta que se produce en la apertura española o Ruy López, en la cual, las blancas sacan su Alfil por b5 clavando al Caballo de c6 que de momento no puede moverse, queda inmovilizado y hay que pensar en atacarlo.

En la segunda figura también podemos ver un típico ejemplo de clavada Relativa en el Caballo de f6 de las blancas. Las blancas podrían quitar su Caballo pero dejarían al descubierto a la Dama que sería capturada por el Alfil negro.

El uso práctico de la clavada es que actúa como un inmovilizador de la pieza clavada, es decir, cuando una pieza está clavada no se puede mover porque perderemos material o directamente porque sería un movimiento ilegal. Esto le da una gran potencia a este motivo táctico y es por ello que se usa con tanta frecuencia en casi todas las partidas de Ajedrez y es por ello que tenemos que aprender a usarlo tanto en ataque como en defensa.

Las piezas que pueden hacer la Clavada, es decir, que pueden clavar a otras piezas son los Alfiles, las Torres y las Damas.

Veamos algunos ejemplos de estas clavadas,

Clavada con Alfil:

En este caso podemos ver cómo el Caballo negro de f6 está clavado por el Alfil blanco de g5. Como hemos visto antes, es una clavada relativa, esto es, el negro puede mover su Caballo de f6 pero la Dama negra sería capturada por el Alfil blanco. Puede observarse cómo el Caballo de f6 ha quedado inmóvil por el momento pues en este caso no es buena idea cambiar una Dama por un Alfil.

Por otro lado, el Caballo blanco de c3 también está clavado, en este caso por el Alfil negro de b4. En esta ocasión la clavada es absoluta, es decir, el blanco no puede retirar su Caballo de c3 bajo ningún concepto pues quedaría expuesto el Rey y sería un movimiento ilegal. En estas posiciones tenemos que ver la posibilidad de lanzar un ataque contra ese Caballo.

Clavada con Torre:

Las blancas han movido su Torre a a1 y han clavado al Alfil negro de a5. Es una clavada relativa. Las negras no pueden retirar su Alfil pues las blancas, con la Torre de a1, tomarían la Torre negra de a8 con lo que la ventaja de material puede ser definitiva.

Clavada con Dama:

La Dama negra ha clavado a la Torre blanca de f2. Es una clavada absoluta por lo tanto la Torre blanca no puede moverse bajo ninguna circunstancia pues incurrirían en jugada ilegal al dejar su Rey al descubierto.

La clavada en Ajedrez es un tema táctico básico y esencial que todo jugador de Ajedrez debe conocer y dominar de forma intuitiva. Son numerosas las ocasiones a lo largo de una partida en la que puede producirse esta posición y hay que estar muy alerta. Siempre que consigamos clavar una pieza del rival debemos mirar si tenemos la posibilidad de seguir atacando a esa pieza con alguna otra de las nuestras, en especial si se trata de una clavada absoluta porque esa pieza clavada ha quedado inmovilizada. Siempre que nos claven una pieza debemos observar si nuestra pieza está suficientemente protegida como para poder desclavarnos antes de que el rival ataque con más piezas que las que tenemos nosotros defendiendo a la pieza clavada.

El siguiente motivo táctico de Ajedrez que todo jugado debe conocer bien es el Ataque por Rayos X.