Esteban Canal 

Esteban Canal nació el 19 de abril de 1896 en ChiclayoPerú (aunque se cree que realmente fue en Santander, España); y murió el 14 de febrero  de  1981  en  VareseItalia.  Fue  un prestigioso  jugador  de ajedrez peruano que tuvo sus mejores resultados en las décadas de 1920 y 1930. En 1950, recibió el título de Maestro Internacional. Posteriormente la FIDE le concedió honoríficamente el título de Gran Maestro Internacional en 1977 a los 81 años, como un reconocimiento a su carrera, siendo el primer peruano en obtener tan preciado galardón.

Su carrera estuvo salpicada de años en los que no competía, ya que, para él era la oportunidad de acumular el máximo de experiencias posibles, viajar, acercarse a la cultura y, sobre todo, disfrutar era más llamativo que el ajedrez. Ese espíritu inquieto le llevó a querer conocer otros rincones del planeta, y con sólo 14 años decidió viajar a Europa. Estuvo dos años en España, para luego cruzar los Pirineos e instalarse en Francia. Sus pies inquietos le llevaron a Alemania, donde cursó estudios de Medicina y donde tuvo sus primeros encuentros con el ajedrez. Aprendió a jugar a los 18 años, una edad bastante tardía que tal vez le impidió llegar a alcanzar un nivel más alto. En 1923 se desplazó a Italia y allí fue donde comenzó su carrera ajedrecística debutando en el Torneo de Trieste, donde fue la gran sensación al acabar en segundo lugar por delante de Tarrasch. Canal tenía una gran capacidad para jugar a la ciega, sin ver el tablero y las piezas, llegando a dar simultaneas de hasta 10 partidas, pero la mayoría no quedaron registradas, por lo que desgraciadamente se han perdido.

 

Tal vez su técnica no era tan depurada como la de Tarrasch o Capablanca, pero su inspiración y su fantasía desbordaron los límites teóricos de su época, impregnándolos con un tinte bizarro, realmente de caballería andante, en épicos esfuerzos por romper la rutina de las posiciones cerradas, con su estilo de juego agresivo y de gran ataque. Saliéndose de la tendencia de la época, jugaba un ajedrez lleno de riesgos y bellas combinaciones. Él definía su modo de jugar de una forma muy curiosa: «En las partidas me tiro por la ventana y solo al final me entero de si he caído de pie».

Como articulista y autor se le puede calificar de sobresaliente, con perspicaces análisis de los grandes maestros de su tiempo, siendo autor de un libro notable, Estrategia de vanguardia. Por su temperamento bohemio se le reconocían simpatías por el movimiento anarquista. Siempre generoso, vestía de oscuro, esgrimía una intensa mirada y era un conversador óptimo, que se llevó a la tumba un peculiar sentido del humor y la dignidad de un discreto orgullo.

«La pequeña inmortal» es posible que sea la más vistosa de las partidas jugadas por Esteban, se jugo en 1934 en Budapest. Canal llevaba las blancas, su rival se desconoce.